Masaya: donde la cultura toma forma con hilo y aguja

Nuestros bordados

Masaya no solo es conocida por su imponente volcán o por sus festivales folclóricos. Es también el corazón del bordado artesanal nicaragüense. Aquí, técnicas como el calado, el richelieu y el bordado en raso típico se han perfeccionado hasta convertirse en símbolos de identidad.

La historia de los bordados en Masaya

Se cree que estos bordados, con gran nivel de detalle, llegaron a Masaya desde Granada, antigua sede de la alta sociedad, donde a las señoritas se les enseñaba a bordar como parte de su formación. A través de los caminos entre ambas ciudades, el arte del bordado se difundió y en Masaya encontró una tierra fértil, donde se transformó en herencia popular.

Hoy, gracias a talleres como Bordados Marisol, este arte no solo se mantiene vivo, sino que florece.

Patrimonio que late entre hilos

Bordados Marisol es mucho más que un emprendimiento. Es un símbolo cultural.
Su fundadora, Lilliam Mercado, ha sido reconocida como Maestra Artesana Textil (2014), y el taller fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Masaya (2015).

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